Cuando Disney estrenó en 1937 el primer largometraje en dibujos animados de la historia, Blanca Nieves, hasta Adolf Hitler quedó embelesado con la película y ordenó a su ministro de propaganda, Joseh Goebels, que pusiera a trabajar a los mejores caricaturistas alemanes para producir versiones nazis de aquella maravilla. El canciller teutón entendió rápidamente que se encontraba ante una nueva herramienta para adoctrinar a la gente, incluso desde sus primeros años de vida, una verdadera bomba cultural
Noviembre 13, 2022 01:00 a. m.
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