La iniciativa no solo busca promover la agricultura sostenible, sino también preservar y aprovechar los conocimientos ancestrales sobre las propiedades curativas de estas plantas.
Lea más: “Si no fuera por los campesinos ahora mismo seríamos un Estado brasileño”
Con una huerta que alberga una amplia variedad de plantas medicinales, estas mujeres trabajan arduamente para asegurar una cosecha de calidad. Una vez recolectadas, las plantas se transforman en remedios naturales envasados, brindando alternativas saludables y accesibles a la comunidad.
En la finca se observa una variedad de plantas medicinales como el cedrón, menta, burrito, boldo, cúrcuma, jengibre, lavanda, jaguarete ka’a, manzanilla, eneldo, siempre vive, suico, ka’are, etc.
La intención es recuperar el poder curativo ancestral y, por medio de esto, enfocarse en la medicina preventiva y curativa. A partir de estas hierbas, las mujeres de la OCN realizan esencia, ungüento, japonés, jarabe y pastillas como una pequeña industrialización.
Le puede interesar: Serpaj responsabiliza por muerte de agricultor a alianza entre agroganadera, policía y jueces
Sin embargo, uno de los desafíos que enfrenta esta valiosa iniciativa es la falta de recursos para implementar un sistema de riego en la huerta.
“Este sistema es fundamental para garantizar una producción constante y de alta calidad, especialmente en esta región, donde las condiciones climáticas son adversas, incluso algunos rubros se secaron”, señaló Gladys Muñoz, presidenta de la Organización Campesina del Norte (OCN).