La figura, a tamaño real, es un regalo de Sudáfrica a Naciones Unidas con motivo del centenario del nacimiento del histórico líder.
Para conmemorar ese centenario, la Asamblea General de Naciones Unidas celebra este lunes una cumbre sobre la paz en la que intervienen decenas de jefes de Estado y de Gobierno.
La estatua de Mandela fue ubicada antes del inicio de esa cita por el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; el secretario general de la ONU, António Guterres; y la presidenta de la Asamblea General, la ecuatoriana María Fernanda Espinosa.
“Nelson Mandela personificó los valores más altos de Naciones Unidas: paz, perdón, compasión y dignidad humana. Fue un defensor de toda la gente, con sus palabras y sus acciones”, dijo Guterres en el acto.
La Organización de Naciones Unidas declaró el 18 de julio como el Día Internacional de Nelson Mandela, en reconocimiento a la contribución a la paz y a la libertad que ha hecho el ex presidente de Sudáfrica.
Mandela se convirtió en 1994 en el primer presidente negro de la historia de Sudáfrica y lideró, junto a su antecesor en el cargo y último líder del “apartheid”, Frederik De Klerk, una transición democrática que evitó una guerra civil entre blancos y negros en el país austral.
Había salido de prisión cuatro años antes, tras pasar encarcelado 27 años por sus actividades contra el régimen segregacionista, en cuyas cárceles contrajo los problemas respiratorios que le han provocado la muerte.
Su fallecimiento se produjo el 5 de diciembre de 2013, a los 95 años de edad.