Strappetti, de 53 años, es el enfermero que coordina la dirección de Salud e Higiene, el sistema sanitario del Estado de la Ciudad del Vaticano, y colabora ayudando a los pobres con el limosnero del Papa, el cardenal polaco Konrad Krajewski.
Francisco, de 85 años, lo ha designado como asistente personal en un momento en el que padece un problema en la rodilla derecha que le ha obligado a recurrir a la silla de ruedas en algunos momentos.
Y también a posponer algunos viajes apostólicos, como el de Sudán del Sur o la República Democrática del Congo, aunque pudo cumplir la semana pasada con el programado a Canadá, usando la silla de ruedas.
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En julio del 2021 el pontífice argentino tuvo que someterse a una operación en la que se le extrajo una parte del colon y por la que permaneció ingresado durante diez días en el hospital Agostino Gemelli de Roma, donde tradicionalmente se ingresan los papas.
Aquella intervención requirió anestesia general, que le causó algunos problemas, y contó con la participación de Strappetti, de quien Francisco dijo que le “salvó la vida”.
“Un enfermero me salvó la vida, un hombre de mucha experiencia. Es la segunda vez en la vida que un enfermero me salva la vida. La primera fue en el año 57", dijo el pontífice a la radio española Cope, en alusión a la operación pulmonar que sufrió en su juventud.
Pese a sus problemas de rodilla, Francisco ha confirmado un viaje a Kazajistán el 13 de setiembre para asistir al VI Congreso Mundial de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales y sigue valorando la posibilidad de acudir a Kiev para pedir la paz en Ucrania.