“Todos comprenden perfectamente que el riesgo de uso de armas nucleares, ya sea de modo deliberado o por error o fallo, se ha tornado inadmisiblemente alto. Un paso mal dado nos puede hundir en el abismo”, indicó.
Añadió que en este contexto se ha incrementado el interés en fortalecer las actuales zonas libres de armas nucleares y en la creación de nuevas, entre las que citó al Ártico, el nordeste de Asia y Europa Central.
“La creación de una nueva zona en Oriente Medio debe continuar siendo una prioridad”, señaló, al destacar que, justamente, en esta región la destructiva crisis humanitaria en la Franja de Gaza y los riesgos de una escalada potencian la importancia de crear una zona desnuclearizada.
Por ello, llamó a las potencias nucleares a mostrar su liderazgo y “al menos participar en el diálogo para comprender que ellas también pueden hacer algo” en aras de reducir los riesgos de uso de armas nucleares.
Nakamitsu recordó que la última zona en ser declarada libre de armas nucleares fue Asia Central, en 2006, y aseveró que “no podemos permitir que se trate de la última”.
A su vez, el primer viceministro de Exteriores de Kazajistán, Akán Rajmetulin, constató que en la actualidad “todas las normas del orden global son puestas en duda” y “la confrontación geopolítica, la erosión de las normas internacionales y la ausencia de diálogo no tienen precedentes”.
Destacó los esfuerzos constantes de Astaná en aras del desarme y la no proliferación nuclear a nivel global y regional.
“Hace 30 años nuestro país se sumó al Tratado de no proliferación nuclear tras el cierre del polígono nuclear de Semipalátinsk y la negativa a la herencia nuclear soviética en nuestro territorio”, recordó.
El acuerdo sobre la creación de una zona libre de armas nucleares en Asia Central fue firmado en 2006 en Semipalátinsk por cinco países de la región y fue ratificado por cuatro potencias nucleares: Reino Unido, China, Rusia y Francia.
Kazajistán continúa las consultas con EEUU para su posible ratificación.
Fuente: EFE