Después de recibir un premio de una fundación vinculada al sindicato español CCOO, José Pepe Mujica pronunció un discurso crítico con la “esclavitud del consumo”, aunque advirtió de que él no hace “apología de la pobreza”, sino “de la libertad”.
El ex presidente de Uruguay (2010-2015) aludió a las consecuencias desmedidas del consumo y a la creciente población de la Tierra.
“Los recursos no son infinitos”, dijo al recordar que hace ya varias décadas que los científicos indicaron “lo que debemos hacer”, aunque la sociedad hoy se empeña en seguir transitando “por los caminos del desastre”.
“La ciencia vaticinó hace 30 años los peligros del deshielo o las consecuencias de liberar gas metano a la atmósfera y la retroalimentación exponencial del recalentamiento”, pero ante esto “no se puede parar”, porque “no es posible enfrentar la economía corporativa y la desesperación de los gobiernos por crecer”, dijo el ex gobernante.
Añadió que “no hay necesidad de vivir tan desesperados”, a la vez que consideró que, por el contrario, aunque es difícil cambiar el mundo, sí es posible “controlar la cabeza para evitar el dominio de la cultura subliminal de consumo”, pues considera que “la felicidad está dentro, en el equilibrio de los sentimientos”.
Mujica, de 83 años, renunció el pasado 14 de agosto a su cargo en el Senado uruguayo con el objetivo de tomarse una “licencia” antes de morir de “viejo” y para seguir con su “lucha de ideas” por otras sendas.