Diversas clases de peces como surubí, dorado, raya y otros, son los afectados por este fenómeno que causa gran alarma entre pobladores desde ya hace varios días. El fenómeno ocurre también en territorio argentino.
Los pescadores de Villa Oliva (Ñeembucú), Puerto Antequera (San Pedro), además de zonas de las provinicas de Formosa y Santa Fe (Argentina), entre otras localidades, relataron a través de videos y fotografías en redes sociales la situación que se desarrolla en estos sitios.

Asimismo, las autoridades advierten a la población que es recomendable abstenerse del consumo de ejemplares moribundos o de fácil captura.
La Secretaría del Ambiente (Seam) realizó controles en zonas del Departamento de Ñeembucú semanas atrás y comprobó que la desembocadura del Riacho Negro o Negrillo presenta una coloración oscura y turbia del agua.
Se constató gran cantidad de materia orgánica disuelta en el agua y la Seam presume que proviene de industrias ubicadas en ambos lados del río Paraguay.
Por otra parte, la entidad estatal informó que la gran mayoría de los peces muertos venían flotando desde el lado argentino, en zona de la laguna Juana, distante a unos 12 kilómetros aguas abajo de Villa Oliva.