Fundado en 2013 en Estados Unidos, este movimiento “se convirtió en uno de los más poderosos del mundo para luchar contra la injusticia racial”, declaró este sábado a la AFP Petter Eide, diputado de Izquierda Socialista.
“Comenzó hace algunos años en Estados Unidos (...) y se extendió a continuación a otros países, concienciando sobre la importancia de la lucha contra la injusticia racial”, agregó el parlamentario.
Después de la muerte de Floyd a manos de un policía blanco en mayo de 2020 en Estados Unidos durante una detención, Black Lives Matter alzó su voz en el mundo para reclamar cambios y una mejor representación.
Decenas de miles de personas (diputados y ministros, antiguos galardonados, algunos profesores de universidad, etc.) pueden proponer candidaturas al premio Nobel de la Paz.
Las candidaturas, que deben presentarse antes del 31 de enero, se mantienen generalmente en secreto, salvo si sus promotores deciden hacerlo público.
Junto a BLM, otros de los propuestos para la presente edición son el fundador de Wikileaks, Julian Assange, un trío de opositoras bielorrusas, organizaciones que promueven la vacunación o incluso el ex presidente estadounidense Donald Trump.
El sucesor del Programa Mundial de Alimentos (PMA) al frente del reputado galardón se conocerá a principios de octubre.