“Hace 40 años sucedió un milagro. La decisión más importante para Polonia en el siglo XX tuvo lugar en Roma. Karol Wojtyla, san Juan Pablo II, es hoy recordado no solo como el jefe de la Iglesia, sino también como un gran líder que contribuyó a la paz y la libertad en todo el mundo”, escribió el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, en su cuenta en Twitter.
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Poco después, Morawiecki, y su gabinete depositaron varias coronas de flores en la Cruz Papal ubicada en la plaza Pilsudski de Varsovia, el mismo lugar donde el difunto pontífice desafió al régimen comunista con su homilía durante su visita a Polonia en 1979.
Durante esa visita, las palabras de Juan Pablo II fueron interpretadas como un mensaje de esperanza para sus compatriotas, como un estímulo para no perder la esperanza ante las dificultades y la falta de libertad.
Un año después nacería el sindicato Solidaridad, para muchos gracias al impulso del Vaticano, un movimiento que aglutinó a la sociedad polaca y que fue artífice en la llegada de la democracia en 1989.
El pasado mes de marzo se cumplieron 30 años de la histórica visita de Juan Pablo II al Paraguay. Los tres días de visita quedaron marcados por las memorables jornadas protagonizadas por uno de los papas más recordados por la Iglesia Católica.
El polaco Karol Józef Wojtyla fue el primer Sumo Pontífice en pisar tierra guaraní. Los encuentros en Asunción, Caacupé, Encarnación, Villarrica y el Chaco fueron multitudinarios.
El 2 de abril del 2005, Karol Józef Wojtyla, falleció en la Ciudad del Vaticano. Juan Pablo II murió dejando a su paso uno de los pontificados más largos desde la existencia de la Iglesia Católica.