Durante estas discusiones, los enviados de EEUU se reunirán por separado con representantes ucranianos y rusos, para intentar alcanzar un acuerdo sobre una tregua en los ataques contra las infraestructuras energéticas, después de tres años de ofensiva rusa que ha causado decenas de miles de muertos.
Ucrania, presionada por el gobierno de Donald Trump, asegura que sigue “dispuesta” a un alto al fuego total, una opción que Vladimir Putin ve difícil por el momento mientras las fuerzas ucranianas estén en suelo ruso en la región fronteriza de Kursk.
“Esperamos lograr al menos algunos avances”, declaró Karasin a la cadena de televisión pública Zvezda. Añadió que tanto él como su compañero en la delegación rusa, el asesor del FSB Serguéi Beseda, acuden a la cita con actitud “combativa y constructiva”.
“Partimos con el ánimo de luchar por una solución en al menos un asunto”, agregó Karasin al precisar que viajarán a Arabia Saudita hoy y regresarán el martes.
Beseda es un alto cargo del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), pero su perfil contrasta con la trayectoria de los enviados rusos a las primeras conversaciones ruso-estadounidenses en Arabia Saudita a mediados de febrero.
El viernes, un funcionario ucraniano que habló con la AFP bajo condición de anonimato explicó que tras las conversaciones del lunes, Kiev espera “al menos” un acuerdo sobre una tregua parcial con Rusia que cubriera el sector energético, las infraestructuras y el Mar Negro.