Durante el juicio desarrollado este jueves en el caso de Alexa Torres, víctima de supuesto acoso por parte del ex párroco de Limpio Silvestre Olmedo, se presentaron pruebas documentales, mientras que el sacerdote realizó su declaración en la que negó haberla manoseado, ratificándose en el testimonio que había brindado en el juicio del año pasado.
En su declaración, el religioso dijo en un momento que no sabe si fue un roce, un abrazo, pero que supuestamente en ningún momento le tocó los pechos. Por su parte, la defensa de la joven señaló que hubo contradicciones en las declaraciones del encausado, informó la periodista de Última Hora, Liz Acosta.
Según la abogada de Alexa, hoy debía concluir el juicio, pero al final no terminó, por lo que los alegatos finales, así como la sentencia serán deliberados el próximo viernes 5 de noviembre.
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El pasado 19 de octubre había declarado el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, y durante una transmisión de NPY afirmó que la jerarquía en la Iglesia Católica está en la figura del obispo, el sacerdote y el diácono, con lo que se ratificó en su testimonio del anterior juicio contra el cura.
En febrero de 2017 había informado que se mandó a retiro al sacerdote enjuiciado tras admitir un “gesto indecoroso” y, posteriormente, durante su declaración en este segundo juicio, argumentó que se le pidió a Olmedo apartarse hasta que se esclarezca el caso ante la Justicia.
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El pasado 23 de setiembre comenzó nuevamente el juzgamiento del sacerdote Silvestre Olmedo, cuyo anterior juicio se había realizado durante el 2020 ante un Tribunal, en el cual resultó absuelto.
En esa oportunidad, el padre también negó haber acosado a la joven y aseguró que en los 28 años de trayectoria religiosa nunca hubo una denuncia en su contra por este tipo de hechos. Sin embargo, Alexa había afirmado que hay muchas víctimas por parte del religioso, pero que no se animan a denunciarlo.
Alexa Torres denunció ante autoridades civiles y eclesiásticas al sacerdote Silvestre Olmedo porque presuntamente el religioso la manoseó durante el tiempo en que la joven era voluntaria en grupos juveniles de la parroquia San José de Limpio, Departamento Central.