Desde el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) sostienen que no tienen posibilidad de intervención porque la Constitución expresa que no existe mandato imperativo para el parlamentario y la decisión de estar en una agrupación política u otra es parte de su libre albedrío.
El gran problema está en que, como lo señala Carlos María Ljubetic, director de Procesos Electorales del TSJE, el legislador electo seguirá perteneciendo al partido por el que ingresó por los cinco años de gestión. Es decir, jurídicamente, el reparto de subsidios y aportes será por la cantidad de candidatos que ganaron un cargo, a pesar de haberse mudado.
El caso más relevante es el de los legisladores del partido de Paraguayo Cubas, que se convirtió en la tercera fuerza, detrás del Partido Colorado y el Partido Liberal Radical Auténtico, desplazando al Frente Guasu. Cruzada Nacional logró una bancada de cinco senadores y ahora solo queda una, que es Yolanda Paredes. Tres de ellos se afiliaron a la Asociación Nacional Republicana (ANR): Zenaida Delgado, Norma Aquino alias Yamy Nal y Javier Vera alias Chaqueñito, y el último, que es José Oviedo, renunció por desacuerdos y quedó como independiente. No obstante, no se trata de transfuguismo porque no se pasó al partido contrario.
En la Cámara de Diputados también se dio un caso, que es el de Jatar Oso Fernández, quien renunció a Cruzada, que metió cuatro diputados, y pasó a la bancada de Honor Colorado. Pero al igual que en el Senado, para el TSJE, todos seguirán siendo parte del partido por el que fueron electos y proclamados.
El quinto caso de transfuguismo es el del senador Patrick Kemper, quien ingresó al Congreso por el Partido Hagamos, pero se pasó a Honor Colorado, por intereses económicos. Es uno de los más criticados porque entró con una lista anticartista.
La crítica más importante contra este hecho es que los candidatos defraudan a sus electores, que los votaron por ser opositores, pero luego deciden ser oficialistas por intereses propios. Específicamente, Cruzada, realizó una campaña con una narrativa feroz contra el cartismo, pero al final, la mayoría forma parte de este sector.
Además del subsidio y aporte, para el TSJE, el cálculo de los derechos de ser tercera fuerza y estar en la mesa de votación en las elecciones seguirá siendo beneficiosa para Cruzada porque desde el punto de vista legal siguen teniendo cinco senadores y cuatro diputados.