Mateo Ladino, dirigente de la Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay, fue claro al mencionar que no tienen intenciones de levantar la toma de colegios hasta tanto no reciban una respuesta favorable a sus reclamos.
Señaló que ya no tuvieron otra opción que realizar la toma de instituciones educativa al agotar todas las instancias correspondientes sin que sus reivindicaciones sean atendidas. El objetivo de la medida de fuerza es llamar la atención del Ministerio de Educación.
“Nosotros no nos conformamos con migajas o pequeños aumentos. Consideramos que cada año podemos lograr un objetivo y para este año nos propusimos libros de texto”, explicó.
Unepy exige que sean incluidos en el Presupuesto General de la Nación (PGN) del 2018 unos G. 90.000 millones para los libros de texto del plan común y otros G. 10.000 millones para la compra de libros de texto de materias específicas para los colegios técnicos.
El joven mencionó a la emisora 780 AM que la medida de fuerza se realiza actualmente en 15 colegios y que se tiene planeado tomar más centros educativos, a medida que la cartera de educación no responda a sus necesidades.
Ladino agregó que no llegaron a ningún acuerdo con las autoridades estatales porque no llenaron sus expectativas. “Queremos dejar de ser copiadores compulsivos”, expresó.
El gremio aglutina a 220 centros de estudiantes de 13 departamentos y antes de la toma de colegios como medida de fuerza estaba abocado a la campaña #EstudiantesDeLuto por una educación difunta.
ACUERDO CON UN SECTOR ESTUDIANTIL. Los Ministerios de Educación y de Hacienda lograron llegar a un acuerdo con los estudiantes nucleados en la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes), quienes decidieron levantar la toma realizada por ese sector.
El Ejecutivo se comprometió a presentar una adenda de USD 5 millones. Se trata de una reprogramación presupuestaria que sale de los Ministerios de Educación, de Hacienda y de Obras Públicas, es decir, no es una ampliación presupuestaria.